jueves, 6 de diciembre de 2007

El Barroco

El Barroco es uno de los capítulos más importantes y amplios dentro de la Historia del Arte. El Barroco no sólo hay que entenderlo como un estilo artístico, sino también como una forma de vida. A fines del siglo XVI, y particularmente en Italia, el Renacimiento estaba agotándose y evolucionando hacia el Manierismo. Fue de nuevo el genio italiano el que apuntó hacia nuevas directrices. La Europa del siglo XVI terminó no con pocos problemas. La necesidad de cambio era inminente. Hay que recordar el fuerte golpe que aportó Lutero con sus tesis y lo que trajo consigo la Contrarreforma y su consumación en el Concilio de Trento. La Iglesia católica después de Trento, renuncia a las naciones protestantes, pero crea una gran disciplina dentro del catolicismo. La pintura y la escultura crean unas iconografías que ayudan a la iglesia a expresar su idea de verdad católica.

El término Barroco se creó en el siglo XIX y deriva del vocablo berueco que significa "perla irregular". El Barroco al principio se tuvo como una etapa del arte puente entre el Renacimiento y el Neoclasicismo. Sin embargo, es mucho más que eso. El arte barroco, a diferencia del arte clásico en que primaba la razón, es un arte en que se exacerban los sentidos y la sensibilidad se pone al límite. Estos rasgos se continúan en el Rococó y se desbordan en el Romanticismo. Ya en el siglo XX, el Dadaísmo y la Abstracción corroboran el triunfo del sentimiento en detrimento de la razón de un modo definitivo.

El objetivo del tema es enfocar la relación del arte con el centro del poder más grande de la época, la Iglesia, y establecer una comparación entre este vinculo y estos mismos factores, el arte y la religión, en la plenitud del Barroco.

Fue una derivación, una evolución ampulosa, llena de majestad y riqueza, del estilo del Renacimiento. Este nombre, se cree, deriva de la palabra castellana "barrueco", con que solía designarse una perla de forma rara y defectuosa.

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